Hablando de Familia y Vida

Da gusto poder ir al cine y poder ver una película que nos entretenga y nos mueva el corazón! Mi hijo no solo disfrutó viendo las aventuras de este grupo de amigos de Toy Story, sino que además se dio el lujo de disfrutar de mi sentimentalismo. Doña “Magdalena” no podía aguantarse las lágrimas de cocodrilo…. y papelón! Pero valió la pena. De alguna manera, al llegar al fin de cada año cuando reviso las cosas que mis hijos ya no usan, sobre todo los juguetes! y vas viendo como se van haciendo grandes. Este chico de la película no quiere deshacerse de sus grandes amigos y compañeros de infancia, y yo, en mi casa no me quiero deshacer ni de los de mis hijos! Creo que es una reacción inconciente a no querer aceptar que van creciendo y cada día va siendo más evidente que van dejando de ser tuyos, y tienen que comenzar a hacer su propia vida. En ese momento solo levanto los ojos al cielo y ruego por que les haya dado todas las herramientas para salir adelante cada día. Y regresemos a